Miquel Ruíz, ante todo DOLÇAINER, sí, con mayúsculas, durante estos días has estado recordado por todo el mundo como una persona generosa, amigo de todos, amigo de cualquier causa benéfica. No era extraño verte con tu “dolçaina” en cualquier evento de Semana Santa, fallero, cultural o musical de nuestra ciudad, de la comarca o de toda la Comunidad Valenciana.
En la Semana Santa de 1988 la Germandat del Santíssim Ecce Homo creó una nueva procesión, el Vía Crucis Penitencial, que procesionó la noche del Martes Santo y cuyo acompañamiento musical fue el del “Tabalet i la Dolçaina”; en un principio y hasta 1992 fue un grupo de “dolçainers” de Játiva y posteriormente después de su creación a finales de 1990, la “Colla de Dolçainers i Tabaleters de la Safor”.
Miquel Ruíz, junto a su maestro Frederic Santamaría y Josep Basset, ha sido un incondicional de este acto.
En el año 2007, a propuesta de “l’Associació de Tabaleters i Dolçainers de la Safor”, estrenamos la recuperación de los “Ministriles de la Ciudad de Gandia” en el Vía Crucis Penitencial, la noche del Martes Santo. El estreno lo realizaron un grupo de siete miembros de la asociación con instrumentos de viento de la época renacentista, las antiguas chirimías y la cornamusa medieval, este año Miquel tocó con la “tarota” y en años posteriores la chirimía tenor.
Esa misma noche del Martes Santo de 2007 y antes de empezar el Vía Crucis Penitencial, en el altar de la iglesia de San José la Hermandad escenifica el pasaje bíblico del momento que se le impone a Jesús el cetro mediante la caña, la capa y la corona de espinas haciéndolo Rey de los judíos, tu, Miquel, junto a Frederic Santamaría le impusiste al “Ecciamet” la corona de espinas.
Siempre nos acompañaras en la memoria con tu su sonrisa característica, con la chirimía tenor en nuestra procesión penitencial y acabada la misma conversando y degustando un excelente chocolate.
La Germandat del Santíssim Ecce Homo no quiere dejarte ir sin recordar ese instrumento que tanto amabas la “dolçaina” con un poema de Joan Climent, de su libro “Poemes a l’alegria”.
El tabalet ressalta
el ritme del compàs
i la dolçaina canta
bucòliques sentències.
És bon matí a les cases
el bon matí de l’alba
i al bon matí penetra
la veu fent una albada.
La comitiva busca
la comitiva avança
el tabalet fa ritme
i els tons s’escampen càlids.
Dolçaina.
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